Beltrán y Castillo ganan sufriendo en la categoría femenina

Para no perder la cadencia, la final femenina, que tuvo también una amplia representación y apoyo de público alrededor de las pistas, y las cuatro jugadoras que se plantaron en el último escalón, a pesar de no ser las habituales y de haberse desgastado en las semis, no rehusaron el esfuerzo y combatieron constantemente. Un partido más de físico que de pádel.

Se medían Julia Beltrán y Teresa Castillo a Paula Ferrán y María Arteaga y lo que se esperaba como duelo igualado, superó las expectativas. Beltrán y Molina arrollaron en la primera manga (6-1), pero encontraron que sus oponentes se rehacían y lograban en el segundo mejorar la estadística en ataques, hallando los huecos que antes no podían para presentar batalla y casi llevar el choque al desempate. Un break postrero lo impidió y les dio el empate (5-7) en medio de los ánimos que mutuamente se regalaban.

La tercera manga continuaría con todas apretando al máximo hasta que otra rotura de servicio, esta vez para Beltrán y Castillo, abrochando así la final para sus intereses con un abrazo y el título (6-1, 5-7 y 6-4).

En consolación, Teresa Romero e Inés Lozano hicieron valer su condición de segundas cabezas de serie y por ende favoritas ante Rocío Pujana y Amaia Rotaeche para superarlas en la final con un 6-3 y 6-4.

Momento para coger vacaciones, descansar y volver después del verano con las pilas cargadas y nuevos y emocionantes partidos. ¡Nos vemos en septiembre padeleros/as!